Dentro de sus fines de conocer, analizar y estimular la buena cocina de los Restaurantes de Marbella, esta semana, algunos de los miembros de la Academia Gastronómica de Marbella se han sentado a la mesa del Restaurante Alameda, del Hotel San Cristóbal, en el centro de Marbella.
El Restaurante Alameda con sus impresionantes y agradables vistas sobre la centenaria arboleda del paseo de La Alameda, en el centro de Marbella, se ha venido distinguiendo por rendir culto a la cocina tradicional marbellera.
El pescado que se vende cada día en la Lonja del puerto pesquero de Marbella, las gambas de esta tierra, los boquerones y los grandes pescados al horno y a la sal, son siempre plato obligado en el Alameda del San Cristóbal. También las buenas carnes y el chivito malagueño al que se rinde culto con sus chuletillas con ajetes, sus mollejas, paletillas al horno, etc.
Tiene el San Cristóbal en su Restaurante Alameda un menú diario muy del gusto de los comensales que trabajan en el centro de Marbella y los que no. Muchas familias de Marbella lo disfrutan, además de la familia Parra, claro.
La cocina se distingue por ofrecer platos muy de la tierra, con los gazpachos, salmorejos, sopas de pescado o platos de cuchara, que gustan siempre al comensal.
Los miembros de la Academia Gastronómica de Marbella, empezaron con un aperitivo amplio, donde pudieron saborear la gamba típica de Marbella y elogiar el arte de saber freir el pescado al estilo malagueño. Los boquerones al límón demostraron que algo tan sencillo, es necesario saber preparalo. La fritura malagueña, es un arte, sin duda.
Luego, dos grandes abadejos al horno, pescados esa misma mañana muy bien acompañados demostraron que el San Cristóbal tiene en el Restaurante Alameda un punto de buen nivel gastronómico, sin pretensiones de altura ni de alta cocina, con la sencillez de lo tradicional de esta tierra.
Para maridar esos platos, la Bodega del Restaurante Alameda del San Cristóbal sirvió a los académicos un blanco Marqués de Riscal, bien frio de Ribera del Duero y para sorprender a su dueño y miembro de la Academia Gastronómica de Marbella, el bodeguero de Aranda de Duero, Sebastián Cabrerizo, sirvió una reserva del Viña Izam que es un Ribera de gran aceptación que solo se sirve en lugares muy específicos.
Leandro, que fue uno de los fundadores de la Academia del Vino en Marbella junto con Cristóbal Parra, el propietario del San Cristóbal, elogió los dos vinos.
El secretario de la Academia, Ricardo Sánchez Bocanegra, se congratuló de que haya un sitio en pleno centro de Marbella, como es el renovado y modernizado Hotel San Cristóbal, camino ya de ser un 4 estrellas, por su confort, que haya apostado por mantener la cocina de esta tierra.
El Hotel San Cristóbal tiene el atractivo de ofrecer cada medio día ese buen menú a precio asequible. Y por la categoría y amplitud de los salones del Restaurante Alameda ser frecuente punto de encuentro de reuniones familiares, de amigos y grupos culturales. O eclesiásticos.
Ayer todos los párrocos de Marbella se reunieron en el Restaurante Alameda para disfrutar de ese menú junto al obispo de la Diócesis de Málaga que acudió a celebrar el jubileo de los 50 años de la parroquia de la Divina Pastora con Agustín el párroco y todos los sacerdotes de la zona. Como ejemplo, digo.
En las fotos de CACHO, la escasa docena de miembros de la Academia Gastronómica de Marbella que acudieron a conocer y a valorar, con muy buena nota, por cierto, la cocina y el servicio del Restaurante Alameda del Hotel San Cristóbal.