Juan Yagüe Ormad, luce en su pecho con orgullo, la insignia de oro del Ayuntamiento de La Línea de la Concepción que hace unos días le impuso solemnemente el alcalde de la ciudad, Juan Franco.
“Te la impongo-le dijo el alcalde pinchándola en el frontal de su invernal cazadora Paul&Shark- porque tú eres uno de los ciudadanos de La Línea que merece este honor, aunque el Ayuntamiento quizá en su día, te reconocerá lo mucho que has hecho por La Línea”.
Juan Yagüe es un empresario, un luchador que sabe muy bien que es eso de levantarse a las 4 de la mañana para ir al puesto, para descargar los camiones, para llevar adelante los negocios y sacar adelante a su numerosa y prolífica familia: tres varones y tres hembras, son sus hijos. Dos de ellos, lo han relevado del negocio, que llevan bastante bien, pese a las dificultades. Sus tres hijas han crecido muy pegadas al padre y a la madre, Conchi Valle.
Una de ella, profesora titular de la Universidad de Málaga, ha triunfado incluso internacionalmente con su dominio del mundo de la computación, ahora aplicada a la gestión de empresas turísticas, ya que también está graduada en Turismo.
María Inmaculada Yagüe Valle, Marienma para todos, aparte de sus éxitos en la Universidad dentro del departamento de lenguajes y ciencias de la computación, es una gran pintora que ha expuesto con éxito en diversos países del mundo, en las sedes de Canal Sur en media Andalucía y en todos los grandes hoteles de la Costa del Sol. Es un motivo de orgullo y de satisfacción para sus padres y para sus hermanos. Una gran familia.
De sus nietos destaca por su gran amor al abuelo, Judea Yagüe Ciatelo, hijo de David Yagüe Valle, que tiene su trabajo en la zona de Sotogrande y que siempre está pendiente de él, llevándo a sus abuelos a Pamplona buscando el remedio médico. Les acompaña siempre Belén, la hija menor . Otra de las hijas, Arancha, indispuesta, pero nada grave, no pudo acudir a felicitar a su padre.
Juan Yagüe acaba de cumplir los 85 años, con un estado de salud ahí, ahí, pero con mucho ánimo y voluntad para seguir al frente de tan diversa y unida familia.
De esos 85 años, casi 80 los ha vivido en La Línea, luchando, trabajando, siempre con la cabeza muy alta, sacando a su familia para adelante.
Llegó a este ciudad ya en los años 50, cuando La Línea se decía que era el mejor pueblo de España. Los Yagüe llegaron con sus camiones de manzanas, peras de agua y melocotones de Calatayud, ya que era La Línea una plaza de las mejores de España, donde se vendía la fruta de Aragón como en ninguna otra parte. Gibraltar era el principal cliente. Y cuando llegaban las grandes escuadras de barcos aliados al puerto gibraltareño, se lo llevaban todo.
Lo cuenta con detalle su hermano, el periodista José Luis Yagüe Ormad, en su libro “Lo que yo vi, lo que yo vivi”, donde narra cómo la familia Yagüe arribó a La Línea.
Y como fueron sus años de juventud donde forjaron amigos, que todavía perduran.
Juan Yagüe tiene su pequeña “peña” de amigos de aquella época con los que, si la salud le deja y no ha de ir a una de sus frecuentes y obligadas escapadas al Hospital de Pamplona, se reúne, toman café en el Modelo o una buena paella, en el “A Levante”. Y recuerdan.
Dicen que recordar es volver a vivir y la vida de Juan Yagüe Ormad está llena de recuerdos gratos.
Una vida muy pegada al terreno, a La Línea donde ha trabajado mucho y fuerte y ha tratado de ayudar, mucho y fuerte, en lo que ha podido y también en Gibraltar donde su almacén y sus puestos de frutas “Fruit House” y de carne, en el Fish Market, son un punto fuerte en el abastecimiento de la plaza, que llevan Nacho y Juan Eugenio, sus dos hijos mayores, con una gran dedicación y éxito.
Esos casi 80 años de vida en La Línea de Juan Yagüe Ormad, dan para mucho. Para demostrar lo que ha sido una vida de trabajo, de dedicación, de preocupación por sacar a la larga familia adelante, de ayudar a los demás en lo posible y en vivir integrado en la vida de una ciudad como La Línea, siendo un miembro activo en la parroquia de la Inmaculada, viviendo las tradiciones y todo lo que hace grande a La Línea.
Esa insignia de oro de La Línea que brilla en el pecho de Juan Yagüe es una pequeña muestra del agradecimiento de la ciudad a un empresario a un gran luchador, aunque oficialmente los Yagüe, tanto Juan como su hermano José Luis que tanto ha escrito defendiendo a La Línea, como demostrado está, bien merecen el título de Hijo Adoptivo de la ciudad.
Y la avenida de La Banqueta, antes de los Héroes del Alcázar de Toledo, donde la familia Yagüe vivió y creció durante tantos años, quizá mereciera llevar el nombre de esta ilustre familia linense.
José Luis Yagüe, cuyo Libro “Lo que yo vi, lo que yo viví”, que relata unas vivencias impresionantes y un cariño y un gran amor por La Línea, está a punto de cumplir los 88 años. Arturo Yagüe, el hermano mayor, fallecido hace unos años, llegó a ser con su gran capacidad de trabajo, uno de los empresarios más fuertes de España en el mundo de la fruta. Se cha en falta en el sector.
Juan Yagüe cumplió esta semana los 85 y lo celebró reuniendo en “A Levante” a los dos hermanos que le quedan: José Luis y Angelines y al Dr. Sánchez Cantos, el marido de su hermana Marisol Yagüe, recientemente fallecida, junto con hijos y nietos. Una gran reunión familiar, un gran homenaje de todos a Juan Yagüe Ormad, Merecido homenaje.
¡Y en vida!! Lo homenajes hay que darlos en vida. Luego, no se disfrutan. Anótenlo.
Respecto al artículo de la familia Yagüe podría matizar varios puntos,pero sólo lo haré en el qué creo más importante;conozco muy muy bien al Señor Juan Yagüe y Señora Concepción valle y por supuesto a todos sus hijos,y me voy a referir al punto que nombra a Arancha y su «enfermedad», qué leído así parecería grave y no,no lo es,es puntual lo que tiene y por lo tanto cómo ya dije y repito nada GRAVE.
Un saludo!!!
Respecto al artículo de la familia Yagüe podría matizar varios puntos,pero sólo lo haré en el qué creo más importante;conozco muy muy bien al Señor Juan Yagüe y Señora Concepción valle y por supuesto a todos sus hijos,y me voy a referir al punto que nombra a Arancha y su «enfermedad», qué leído así parecería grave y no,no lo es,es puntual lo que tiene y por lo tanto cómo ya dije y repito nada GRAVE.
Un saludo!!!