El homenaje a la Cuchara es algo que, cada día más, se impone.
La
invasión de la cocina fusión, la de los investigadores y creadores
de nuevos platos, con o sin Estrella Michelin y no digamos ya la
invasión de los sushis japoneses o de los burger y pizzas de la
comida rápida, no puede, ni debe acabar con la cocina tradicional.
La
cocina casera!! He ahí la gran pregunta. Dónde y como se pueden
comer unos buenos callos auténticos, unas albóndigas de ternera
excelente o mixtas, bien hechas, con unas patatas, no de bolsa, ni
congeladas, sino recién peladas y cortadas antes de echarlas a la
sartén, sean de esas de la vega de Antequera o de Sanlúcar o
Chipiona, que es lo que en la Fruteria de la Huerta hay.
El
guiso de patatas con carne de ternera, siempre carne de ternera de
calidad, el guiso de jibia, etc. o como en este caso del que le vamos
a hablar hoy, con un guiso de patatas bien condimentado con carne de
atún, es decír un Mamitako auténtico es algo insuperable. Y para
eso, hay que hablar de “Sofía”.
La
cocina de la abuela sigue ahí, pero hay que buscarla y encontrarla.
La
Academia Gastronómica de Marbella en sus salidas para promocionar y
apoyar a los Restaurantes buenos de Marbella y su Triángulo de Oro,
(caso reciente con el hallazgo de una cocina tradicional insuperable,
en un lugar paradisíaco como es “El Campanario”, de Miguel
Ortega, en el corazón del Triángulo de Oro, entre Estepona,
lindando ya con Benahavís y junto a Guadalmina, en Marbella), ha
buscado un lugar donde se rinda culto a la cocina casera en San Pedro
Alcántara: “Sofía”.
Ya
aprobó en el corazón de Marbella (debajo de la zona de los
Juzgados), los callos y el guiso de jibia en la “Freiduría
Miraflores”, junto con su tradicional y abundante Fritura
Malagueña, antes de que la Freiduría eche el cierre ya que parece
que va a pasar de ser un templo de la buena Gastronomía como ha sido
tantos años, a un templo de rezos evangelistas, ya que parece se ha
cerrado el trato para vender el local a una iglesia protestante y a
la espera están de que desde Norteamérica aprueben la adquisición
y lleguen los fondos. Así pues, se perderá en Marbella esa cocina
tradicional de Diego del Rio, uno de los grandes cocineros que tuvo
Incosol y que junto a sus compañeros y socios, Miguel Villalobos y
Pepe Dueñas han dado prestigio, durante años al buen comer y el
buen servicio de la “Freiduría Miraflores”.
La
Academia Gastronómica de Marbella ha visitado y aprobado la cocina y
el buen servicio de Restaurantes con Estrella Michelín como
“Messina” y otros varios enclavados en Marbella, que la merecen,
caso de “Eladio”, en el Casco Antiguo (Calle Virgen de los
Dolores) o el otro Eladio (gran profesional de la Hostelería),
Eladio Coello, del Restaurante “Portofino”, de Puerto Cabopino.
Sin olvidar los asados de “El Gamonal”, en San Pedro y otosw,
como “La Tienda de Casa Curro” en el Casco Antiguo o “La
Lonja”.
La
Academia ha valorado muy alto los esfuerzos del Grupo Dani García
con Restaurantes con muy buen cocina, como “Tragabuches”, en San
Pedro Alcántara zona de Cortijo Blanco, “Lobito de Mar” frente
al Marbella Club, o “Bibo”, que es lo más reciente, en la plaza
de Puente Romano, el enclave gastronómico más importante de todo el
Triángulo de Oro, por no decir de toda Andalucía, dada la
importancia de lo que ahí te encuentras.
Pues
buscando la cocina casera de “Sofía”, la Academia vivió gratos
recuerdos en San Pedro Alcántara, al volverse a encontrar con Sofia,
que durante muchos años fue la cocinera que preparaba los almuerzos
semanales en la sede de la Academia cuando estaba en el Puerto
Deportivo y que servía en la mesa, otro gran profesional: Esteban,
un camarero de vieja escuelas que preparaba con esmero la gran la
mesa imperial que congreba a los académicos y sus invitados..
Sofia
hace la mejor comida casera, la cocina de la abuela, con guisos
exquisitos, aunque sabe preparar los mariscos y sabe hervir como
nadie las gambas de los mares de Marbella que arriban a diario a la
Lonja del Puerto Pesquero.
Los
miembros de la Academia volvieron a la vieja costumbre de su Sede de
tomar los aperitivos de pie en la barra, saboreando la mejor tortilla
de patatas que más de uno comparó con la exquita tortilla del
“Tragabuches” a la que ha dado fama Dani García.
“Sofia”
es un pequeño Restaurante de la avenida de la Constitución frente
al que fue famoso “Manolo” que debe su nombre a aquel conociso
concejal de San Pedro que la emprendió a puñetazos en el Pleno del
Ayuntamiento de Marbella con su compañero de Partido y de
Corporación, Silvestre Puertas.
Tiene
el “Sofia” una agradable terraza a la sombra de los grandes
árboles de esa Avenida. Y un cuidado servicio.
Ofreció
Sofía a los académicos una variedad de entrantes en barra y en
mesa. Con un buen bellota, además de la siempre gratificante
tortilla española, unos boquerones en vinagre con tomate de Coín,
exquisitos, unos apetecibles mejillones con salsa de ajo y cebolla.
Como de esas de toma pan y moja, los abundantes platos de gamba
cocida y sobre todo el excelente Marmitako de Atún, no solo bien
cocinado, sino sobre todo muy bien y adecuadamente sazonado con las
especias oportunas de acuerdo con la mejor receta de las
vascongadas. Para que el Matarromera Tinto entrara de maravilla.
Mereció
la pena encontrar a “Sofía” en San Pedro y poder verificar que
su cocina casera, su cocina tradicional, es lo que gusta, lo que se
aprecia.
Y
convencerse, convencernos, de que hay Restaurantes en Marbella, en
San Pedro, en el Triángulo de Oro donde aún es posible encontrar la
cocina casera, el guiso que se añora.
El
Restaurante “Sofía” de San Pedro es uno de ellos, a recomendar.
Que
siga así siempre.
Como
colofón al excelente almuerzo sampedreño, irrumpió en escena el
saxo de Alfonso Latorre “Lato” trayéndonos la música inmortal y
pegadiza de Frank Sinatra. Y es que hay que ver como anima un saxo
bien tocado, con un buen músico detrás. “Lato” demostró que lo
es.
Santiago Dominguez, el popular Santiago, se lo agradeció, después de hacer elogios del Marmitako y de ese algo tan nuestro como son los boquerones en vinagre. Y Santiago entiende, oiga!
Olé mi Sofía que grande eres que bien cocina