Según nos informa, Juan Marcos que ha sido uno de sus más fieles colaboradores, el famoso cura Don Luis de Lezama, tan querido y apreciado en Marbella, la Costa del Sol y Andalucía por su implicación en el impulso a la Hostelería y el Turismo, ha recibido el homenaje de la ciudad de Sevilla que le ha dedicado una rotonda con su nombre en La Cartuja, no lejos del Hotel Renacimiento y el teatro Central y según acordó el Pleno de la Corporación Municipal Hispalense en enero del 2023.
En Marbella y sobre todo en San Pedro de Alcántara
donde la empresa de su creación “El Alabardero” ha tenido y tiene tanta
implicación en el mundo de la hostelería, se hace obligado también ese
reconocimiento. Ya fue invitado a dar el Pregón de la Navidad en la gala de
Cope Marbella, en el palacio de Congresos Adolfo Suárez, en 2017.
La Academia Gastronómica de Marbella a propuesta
de su presidente, el Dr. Andrés Manuel Sánchez Cantos quiere ofrecerle el
homenaje de esa institución tan ligada al mundo de la Hostelería y el Turismo,
según manifiesta al respecto el secretario general de la Academia y
vicepresidente del CIT, Ricardo S. Bocanegra.
El cura Lezama ha hecho profesionales de la
Hostelería a miles de jóvenes que buscaban su futuro y que hoy son propietarios
de restaurantes o trabajan en hoteles y establecimientos turísticos.
Siendo muy joven, este cura vasco que ya se
acerca a los 90 años, entendió el mensaje evángelico: ·”No le des un pez, enséñale
a pescar”.
Cuando estaban en plena actividad los “curas
obrero” en los suburbios de Madrid, surgió el “cura empresario” el que creaba
empresas para dar trabajo y formación, preparando profesionales que se
integraban en su empresa inicial “La Taberna del Alabardero” con una estructura
empresarial de éxito que fue creciendo y creciendo dando grandes oportunidad de
empleo y de crecer profesionalmente a muchos jóvenes que encauzaban bajo sus
directrices una nueva etapa.
Creó Don Luis Lezama Barañano el Grupo de Empresas Lezama que tuvo su matriz en La Taberna del Alabardero, después de que fuese párroco de Chinchón.
Hoy el Grupo Lezama, cuenta con 22 restaurantes ubicados en distintas ciudades de España y de fuera, especialmente en los Estados Unidos llevando La Taberna del Alabardero al centro de Washington y a Seattle, como auténtica embajada gastronómica española en Norteamérica.
En
Marbella, Málaga y la Costa del Sol ha desarrollado y desarrolla el Grupo
Lezama una gran actividad. En la playa de San Pedro Alcántara tiene un magnífico
restaurante, el Beach Club Alabardero, donde los arroces, su gran especialidad,
atraen a muchos comensales. Antes tuvo un pequeño hotel en la carretera de
Ronda. En Marbella gestiona la finca Amalur donde se dan grandes banquetes y
celebraciones sociales.
Por su parte, Alabardero Catering atiende las celebraciones de fiestas y mansiones, palacios y casas privadas con un excelente servicio. En Málaga, la Hacienda del Alamo es lugar suntuoso para las mejores celebraciones. Todo este auge del Alabardero en la Costa del Sol tiene un nombre: Juan Carlos Cantero. Hasta ahora ha hecho posible esa expansión prestando mucha atención al Catering Alabardero. Es uno de los jóvenes profesionales del cura Lezama y parece que va a ser llamado a otras responsabilidades en el auge del Grupo Lezama.
En
1992 surgió la Escuela de Hostelería Hispalense en Sevilla, al calor de La Taberna
del Alabardero, y que se desarrolló con gran auge en la Expo 92 siendo hoy un
centro de formación muy importante donde miles de andaluces han podido salir más
que con un título con una preparación profesional y una experiencia en prácticas.
Quería el cura Lezama que la formación
Hostelera tuviese un rango universitario y lo consiguió con su amigo el
arzobispo de Zaragoza, donde la Universidad Católica tiene una graduación
especializada en Turismo y donde, en un principio se acogieron a muchos
estudiantes andaluces provenientes de la Escuela del Alabardero en Sevilla.
Para todo ello, ha contado con
un equipo muy eficaz donde están sus primitivos colaboradores y otros que con
su valía contribuyen al éxito de este proyecto empresarial, con su consejero
delegado Joaquín Martínez a la cabeza
La Escuela Superior de Hostelería de Sevilla que
en su día fue galardonada con la Medalla de la Ciudad de Sevilla, es un centro
de alta formación en Hostelería y Turismo.
Ha desarrollado una impresionante labor de formación para jóvenes de toda Andalucía, desde su fundación, hace más de treinta años consiguiendo formar a los que hoy son grandes profesionales.Más de 6.000 jóvenes andaluces y de otras procedencias han recibido una formación presencial con prácticas junto a grandes expertos (Juan Marcos, uno de ellos) y más de 30.000 lo han hecho a través de los programas semi presenciales u online.
Muchos están triunfando con sus restaurantes
propios, con sus establecimientos de hostelería y algunos han podido alcanzar
la Estrella Michelín. Hay muchos nombres importantes que pasaron por la Escuela
de Hostelería creada por Don Luis de Lezama en Sevilla como es el caso de Ángel
León, Enrique Sánchez o Julio Fernández que hoy son grandes chefs .
Por esta
labor tan importante es justo y necesario reconocer al cura Lezama su gran éxito,
su acertada visión de “enseñar a pescar” de enseñar a triunfar, a trabajar con éxito,
a mantener firme una empresa.
Luis de Lezama ha sido hasta hace unos años, además, el párroco de Santa María la Blanca, en el barrio de Montecarmelo, de Madrid, donde fundó un colegio y realizó una gran labor que sus fieles recuerdan con afecto y agradecimiento por los años de dedicación a la parroquia desde que fuese nombrado párroco por el cardenal Rouco Varela.
Ahora el Ayuntamiento de Sevilla le dedica un espacio público con un acto al que asistió el propio Luis Lezama Barañano y al que el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz dedicó unas cariñosas palabras señalando que “hoy es un día importante para el Ayuntamiento y para Sevilla, pero sobre todo es un día importante para la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla y para su fundador, el padre Lezama”.
“Quiero
agradecerle al padre Lezama, como alcalde de Sevilla, su labor durante toda su
vida y en especial la que ha desarrollado con los más jóvenes de Sevilla. Tengo
que agradecerle que en una ciudad como Sevilla haya mostrado su preocupación
por los jóvenes con dificultades para su inserción laboral a través de la
Escuela de Hostelería que tantas puertas ha abierto a miles de jóvenes. Ellos,
y los padres de estos jóvenes, saben perfectamente del mucho bien que el padre
Lezama ha hecho y hace a través de su Escuela, y la ciudad quiere devolverle en
parte ese reconocimiento mediante esta rotulación. Desde hoy, y para siempre,
Sevilla reconocerá su labor al dejar impreso en el callejero de nuestra ciudad
su nombre. Gracias, don Luis, por ser parte del alma de Sevilla y desde hoy
también del nomenclátor de nuestra ciudad, agradecimiento que le traslado en mi
nombre y en el de toda la ciudad de Sevilla”, ha dicho el alcalde.
Luis de Lezama
Nacido en Amurrio, Álava, en 1936, se formó
en el colegio de los Jesuitas en Bilbao para después licenciarse en Periodismo
en la Complutense. Como periodista, fue uno de los precursores de la cadena
COPE, ganando en 1972 un premio ONDAS al mejor programa religioso.
Pero la inquietud de don Luis no quedaba ahí
y por eso se diplomó en Dirección y Planificación por la Escuela de Hostelería
de Lausanne, la más prestigiosa de Europa.
De Suiza a España de nuevo donde fundó
inicialmente La Taberna del Alabardero que dio paso al Grupo Lezama con diversos
establecimientos en Madrid, como El Café de Oriente, La Botillería, etc, y en
Puerto Banús, La Taberna del Alabardero.
En Sevilla la Taberna del Alabardero y la
Escuela Superior de Hostelería en el año 1992.
A través del Grupo creó un modelo empresarial
único, de carácter social, dedicado a la puesta en valor del capital humano a
través de la formación de calidad, la educación innovadora y la gestión
hostelera, que cuenta hoy con más de 500 empleados.
El cura
Luis Lezama, ha hecho siempre alusión a sus orígenes vascos y a su talante
forjado en ese modelo de sacerdotes que no sólo se implican en el
evangelio sino también en la realidad social de la mano de la formación
profesional.