Representantes del Ayuntamiento de Marbella con el teniente de alcalde delegado de Orden Público y de relaciones con Hermandades y Cofradías, José Eduardo Díaz, acompañados por autoridades y representantes de la Guardia Civil, Policía, etc y miembros de otras entidades públicas, hermandades y vecinos de la ciudad, junto con el párroco de Nuestra Señora de la Encarnación, de Marbella y capellán del Vaticano, monseñor Don José Sánchez Herrera, han recibido en el Consistorio al Nuncio del Papa Francisco en España, el filipino Bernardito Cleopas Auza, en su primera visita oficial a Marbella con motivo de la celebración del Jubileo de las Instituciones.
Se espera que el representante del Vaticano en España pueda estar presente en la solemne Coronación Canónica de la Patrona de Marbella, la Virgen del Carmen quye tendrá lugar el próximo mes de Octubre.
Tras un acto protocolario, ha tenido lugar también una ofrenda floral a la imagen de la Inmaculada que se ubica en la fachada del edificio municipal y, posteriormente, una procesión cívico religiosa a la Iglesia de la Encarnación donde se ha celebrado la Solemne Eucarística presidida por el propio Nuncio, quien ha expresado su satisfacción por la visita a la localidad y por el hecho de que «el programa del Jubileo haya dedicado un día a las instituciones y haya podido traer en nombre del Santo Padre su saludo y bendiciones a la ciudad».
El obispo Bernardito ha visitado frecuentemente esta parte del Sur de Andalucía especialmente Sotogrande, en San Roque y Marbella, donde reside una importante población filipina, con muchos cientos de filipinos trabajando en esta tierra, donde son muy apreciados por su trabajo y su simpatía. La mayoría de la población filipina es católica y las misiones, en gran parte dirigidas por sacerdotes y misioneros españoles, especialmente del norte de España, han contribuido a mantener y aumentar la fé católica en la mayoría de las islas del archipiélago filipino (a excepción del territorio «moro» que tiene como capital a Zamboanga, donde lamentablemente se ha hecho famoso el terrorismo islámico de Abú Sayad).
La devoción a San Luis, en Manila y al Santo Cristo de Cebú mueve manifestaciones de fé católica impresionantes.
Gracias al Domund y a aquellas huchas que nos pintaban «un chinito» que en realidad era un filipino, el catolicismo cobró una gran fuerza en toda la población filipìna, donde, a pesar de ello, el idioma español se halla desaparecido ya que fue sustituido por los americanos `por el idioma inglés, mayoritario en las islas, por encima incluso del tagalo. Actualmente el Instituto Cervantes está llevando a cabo una intensa labor de recuperación del español, aunque aún perdura el resquemor de «lapu lapu» y del poeta y escritor filipino Rizal, cuyos testimonios en contra del colonialismo español aún se difunden, para tratar de erradicar las raíces españolas de Filipinas.
El obispo Bernardito, desde su importante cargo como representante de Su Santidad en España y los miles de trabajadores filipinos que actualmente hay en España (aunque son muchos miles más en Estados Unidos, Australia y países de habla inglesa) trata de fomentar un mayor acercamiento de España hacia su país, la Islas Filipinas, que son un tesoro turístico todavía por descubrir, aunque merece la pena hacerlo.