El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, ha participado en la puesta de largo del buque “Bahía Levante”, el primer buque de bunkering híbrido del mundo, que opera en la Bahía de Algeciras en competencia con Gibraltar..
Se trata de un buque para el transporte de hidrocarburos y el suministro de combustibles marinos, que opera desde enero de 2023 desde la terminal de la Refinería Cepsa San Roque-Gibraltar suministrando combustible a otros buques.
En la cita han estado presentes el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Gerardo Landaluce; el director de la APBA, José Luis Hormaechea; el presidente de la Asociación de Empresas de Servicio de la Bahía de Algeciras, Manuel Piedra, y representantes de la empresa armadores y de CEPSA, entre otros.
El alcalde ha señalado que con la entrada en servicio de este buque “el Campo de Gibraltar está a la vanguardia de la nueva revolución energética que lidera el Gobierno de España”.
Construido para el armador Mureloil por Astilleros Murueta en Erandio, este barco es el primer buque de bunkering híbrido del mundo, disponiendo de un sistema mixto de producción de energía mediante generadores diésel-eléctricos para la propulsión y baterías para los servicios auxiliares, lo que le permite un ahorro del 30% del consumo de combustible y una reducción de más del 35% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a un buque convencional similar.
El 20 de abril de 2022 el Bahía Levante era botado en la ría de Bilbao. Construido por Astilleros Murueta en Erandio para el armador Mureoil, el nuevo buque tiene una doble función. Por un lado, el transporte de hidrocarburos entre las refinerías y los puntos de consumo. Por otro lado, servir como gasolinera flotante, es decir, como buque de suministro de otros buques, trasladando el combustible de las refinerías a barcos de mayor porte atracados en puerto o en alta mar.
El astillero vasco se encargó tanto de la construcción del buque, su número 325, como del diseño integral del mismo, contando para ello con la colaboración y experiencia del armador en el mundo del bunkering. La generación de energía del buque se consigue mediante un sistema híbrido. Su propulsión diésel-eléctrica está formada por cuatro grupos electrógenos que alimentan a dos propulsores azimutales de 1.700 kW de potencia cada uno que propulsan el buque a una velocidad de 12 nudos, y a una hélice de maniobra en proa de 600 kW que favorece la maniobrabilidad del buque.
Además, un sistema de baterías de Corvus Energy con una capacidad de 471 kWh le permite mantener sus servicios auxiliares funcionando durante ocho horas mientras el buque se encuentra en puerto. Como alternativa, el Bahía Levante está preparado para conectarse a la red eléctrica de tierra durante estancias prolongadas en el muelle o si es necesario un aporte extra de energía eléctrica. En cualquiera de los dos casos, el buque consigue cero emisiones tanto acústicas como de gases contaminantes en puerto, siendo el primer buque de bunkering en alcanzar este hito en Europa.
De esta manera el Bahía Levante cumple con el objetivo de la iniciativa “FuelEU Maritime” de la Unión Europea, que busca la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por los buques, contemplando una reducción del 2% para 2025, 6% para 2030 y un 75% para 2050, siempre comparadas con los niveles de emisiones de 2020. A la vez, los buques estarán obligados a partir de 2030 a conectarse a la red de electricidad de los puertos para cubrir sus necesidades de energía eléctrica mientras estén atracados, a menos que utilicen otra fuente de energía de cero emisiones.
Con 92,5 metros de eslora y 18 metros de manga, el Bahía Levante puede transportar en su interior hasta 7.757 metros cúbicos de productos de petróleo repartidos en doce tanques. Manejado por una tripulación de once personas, el buque se ha incorporado en enero de 2023 a la flota de Cepsa en el puerto de Algeciras, ayudando a reducir la huella de carbono de las operaciones portuarias gracias a que su operación supone un ahorro del 30% del consumo de combustible y una reducción de más del 35% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a un buque similar convencional.