El Centro Ambiental de Marbella (CAM), cuya titularidad ostenta la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental y que gestiona Urbaser, ha aumentado en un 77 por ciento el número de clientes en 2023, alcanzando un total de 1.240 empresas, frente a las 700 de 2022. El CAM, que cumple este mes su cuarto aniversario, recepta Residuos de Construcción y Demolición (RCD), residuos verdes, tierras y voluminosos.
Para Manuel Cardeña, presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, este dato revela “que las empresas de nuestra comarca están cada vez más concienciadas con los beneficios que para nuestro entorno supone la gestión controlada de los residuos que se generan en el sector de la construcción y en el mantenimiento de zonas verdes y jardines. El tejido empresarial tiene completamente asumido cuál es el procedimiento legal para la gestión sostenible de los residuos que generan”.
A lo largo de 2023, el CAM ha gestionado un total de 301.677 toneladas, frente a las 319.188 toneladas del 2022.
Además de los RCD, residuos verdes y voluminosos, el CAM también recibe los Residuos Urbanos (RU) y envases ligeros de Marbella, Ojén e Istán, que son compactados, disminuyendo el número de traslados de estos restos al Complejo Ambiental Costa del Sol, ubicado en Casares, y con ello las emisiones de CO2.
De las 301.677 toneladas totales, 92.052 fueron residuos urbanos de los tres municipios, esto significa un 30 por ciento del volumen total recibido.
Los RCD constituyen el residuo más numeroso en el centro. En 2023 se recogieron 153.400 toneladas, frente a las 156.723 de 2022.
En segundo lugar, el material más abundante fueron los restos vegetales. El CAM gestionó en 2023 un total de 29.044 toneladas de poda, un 7 por ciento menos que en 2022 cuando se receptaron 31.224 toneladas.
A esto hay que sumar las 11.800 toneladas de tierras recibidas el pasado año, que registraron un descenso del 57 por ciento respecto a 2022, cuando se trataron 27.726 toneladas.
El incremento más destacado se produjo en la recepción de residuos voluminosos, con un 40 por ciento de aumento. De las 11.009 toneladas de 2022, se pasó a 15.378 toneladas en 2023.
Los RCD supusieron el 51 por ciento de las entradas al CAM en 2023. Le siguen la poda, que representa un 10 por ciento; los voluminosos, un 5 por ciento, y las tierras, un 4 por ciento.
Para mejorar la recuperación posterior de los residuos en el CAM, los RCD se clasifican en limpios, sucios y mixtos. Lo mismo ocurre con la poda, que se diferencia entre poda limpia y sucia.
La recuperación de material es una de las prioridades del CAM por ello se está implementando en la dinámica de trabajo la selección de otros materiales como papel-cartón, madera, plástico, férrico y RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos).
Los materiales que se clasifican en esta planta son trasladados a gestores autorizados, asegurando su reciclado y valorización.
Cardeña resalta que “el trabajo que se realiza en este centro ambiental garantiza la circularidad de estos materiales que antes terminaban, en muchos casos, en escombreras ilegales perjudicando notablemente la imagen de nuestros municipios. De manera que los beneficios del CAM no solo son ambientales, sino también económicos y turísticos”.
La Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, a través de gestiones realizadas por su presidente, Manuel Cardeña, ha conseguido aliviar la carga económica que supone para los ayuntamientos costeros el tratamiento de las algas que aparecen en las playas.
Así, el presidente ha explicado que “hasta este momento, la empresa concesionaria del Complejo Ambiental Costa del Sol estaba cobrando este residuo como si fuera residuos domésticos, con un precio de 85,93 euros por tonelada, pero hemos logrado que los consideren “restos vegetales sucios”, cuyo precio de tratamiento es de 42,94 euros por tonelada, lo que supondrá un ahorro de prácticamente el 50 por ciento en el gasto que están asumiendo los ayuntamientos para deshacerse de este residuo”.
Por otro lado, Cardeña ha informado de que se va a solicitar una subvención a la Junta de Andalucía para tratar las algas que llegan al litoral como compost. Concretamente, la subvención se solicitará a través de la Resolución del 15 de marzo de 2024 de la Dirección General de Sostenibilidad Ambiental y Economía Circular que persigue alcanzar el objetivo de reducir al 10 por ciento los residuos municipales depositados en vertedero respecto a los generados, en el año 2035, y que va destinado a municipios, mancomunidades, consorcios y empresas públicas para poner en marcha proyectos de inversión en actuaciones en materia de gestión de residuos.
El proyecto pasa por dotar al Complejo Ambiental Costa del Sol de mecanismos que permitan tratar las algas para su posterior fermentación, como ya ocurre con la fracción orgánica recogida selectivamente (FORS) y los restos vegetales de poda. Contribuyendo de esta forma a la economía circular, transformando residuos en recursos.
Manuel Cardeña ha explicado que “el objetivo es tratar de forma conjunta los residuos orgánicos recogidos selectivamente, la poda y las algas para obtener un compost de calidad, que se cederá a los ayuntamientos mancomunados. Estos, a su vez, podrán utilizar este material para el abono de zonas verdes y jardines de los municipios, alcanzado así la plena circularidad de este residuo”.
Los ayuntamientos de la Costa del Sol sufren a diario la llegada del alga asiática (Rugulopteryx okamurae) a sus playas; una especie invasora que está ocasionando graves pérdidas económicas en la costa andaluza, tanto al sector turístico como al pesquero.
Hasta el momento cada ayuntamiento está gestionando de forma independiente la retirada de las algas de sus playas, con el consiguiente esfuerzo económico.
“Vamos a convertir un problema en una oportunidad. Vamos a centralizar el tratamiento de esta especie invasora en el Complejo Ambiental y vamos a obtener un recurso natural a través de la revalorización. Es el mejor ejemplo de circularidad, pues además vamos a reducir los depósitos en vertedero de este material”, concluyó Manuel Cardeña.