
Contracata es uno de esos sitios que todo aquel que ame la cocina, el acertado maridaje y el buen servicio, ha de conocer. Está por donde los coches entran (y salen) al Puerto Deportivo “Virgen del Carmen”, a la espalda de la famosa heladería del Paseo Marítimo y junto a la mítica casita del Pescador, a la espalda del Paseo Marítimo.
La Academia Gastronómica de Marbella a propuesta de los miembros de la rama joven que le están dando nuevo impulso (con el joven doctor Sánchez Yagüe a la cabeza) eligió Contracata y acertó.

Contracata, es un restaurante que intenta acercar experiencias de alta cocina y estrellas Michelín a un lenguaje más cercano. Regentado por José González Godoy, con amplia experiencia en Nueva York y con uno de los grandes de España y con la impecable dirección en cocina de Álvaro Córdoba.



El menú en”Contracata” tuvo un apartado muy relevante en la acertada elección de los vinos y su maridaje, algo que Godoy cuida con esmero.

Comenzó con el “Seco Trasañejo” de Dimobe, en Moclinejo. Uno de los vinos históricos tradicionales malagueños, que si no los cuidamos acabará perdiéndose. Un Pedro Ximénez con crianza oxidativa por el método de criaderas y soleras, con una vejez media de unos 20 años. Armonizó perfectamente con el Yogurt de Foie Gras y Espuma de Parmesano.
A continuación se sirvió, el Malvasía de 2021 de la Serranía de Ronda. Un blanco muy interesante aromáticamente, elaborado con viñedos de + de 30 años, que nos acompañó durante el resto de aperitivos: la Focaccia con Guacamole y Secreto Ibérico y el Tarantelo de Atún Rojo Vuelta y Vuelta.

Siguió un vino de Laguardia, en la “Rioja Alavesa”, “Nunca Jamás 2021”, de la bodega Viuda Negra elaborado por Javier San Pedro Ortega. Un Rioja de corte moderno de uva tempranillo, con cuerpo pero amable, afrutado pero no demasiado, muy equilibrado en su crianza en barrica de roble, que armonizó con el Entrecote de Vaca Vieja con más de 30 días de maduración, que como los demás fue un plato delicioso.
Y para finalizar Godoy nos sorprendió con un juego de maridaje, que nunca habíamos visto. Al servir un Piamater 2020, un vino naturalmente dulce de Moclinejo referente mundial de moscateles, nos sirvió simultáneamente un líquido desde una jarra en una cuchara sopera que previamente habían dejado sobre la mesa. Siguiendo sus indicaciones, tomamos primero la cuchara “como si fuese una medicina”, y seguidamente tomamos un sorbo de la copa. La bebida de la cuchara era notablemente más fresca, más ácida, que la de la copa, mientras que la de la copa era más dulce. No salíamos de nuestro asombro al comprobar que ambos líquidos eran el mismo vino. Simplemente, era nuestra boca la que cambiaba dependiendo de donde lo tomábamos, y así, el vino se dirigía hacia la parte de la boca que Godoy quería, realzando la parte del vino que más interesaba, en función del plato que fuese a armonizar. Una locura para los sentidos y una inolvidable experiencia la que nos regalaron en Contracata.
