Que no nos engañen, que esto no es el comienzo del final. Que aunque tengamos las vacunas, no nos va a llegar ni a la mitad de los españoles con lo que no se conseguirá la inmunidad de rebaño. Que el verano no será el final de la pandemia. Tenemos para uno o dos años más si las cosas no se complican porque ya estamos de lleno en la tercera ola, seguimos teniendo diecisiete sanidades diferentes cada una con sistemas distintos pero que, en el fondo, son la muestra de la falta de un verdadero liderazgo en España.
Fíjense, el discurso de hace dos días del Presidente , discurso en el que no ha habido una sola palabra de crítica sino todo lo contrario. No habido una sola palabra dedicada a la pandemia , ni a los setenta mil muertos que llevamos, ni a los ERTES, solo ha resaltado que han cumplido con el 23% de los compromisos adquiridos. Parafernalia y mucho vacío en las palabras de alguien que habla a los españoles como si fuéramos personas sin criterio alguno.
Lo cierto y verdad es que hoy 30 de diciembre, a punto de finalizar el año , tenemos 16.716 contagiados más en las últimas veinticuatro horas y DOSCIENTOS CUARENTA Y SIETE MUERTOS MÁS. Estamos, además, en unas cifras escalofriantes con 265 contagios por cada cien mil habitantes. A partir de los 250 se está en peligro extremo. Y es lo que hay. Pero seguimos con las mismas carencias. ¿Saben ustedes que a pesar de la situación de Alemania, se han ido 4000 enfermeros/as españoles para trabajar allí?. Pues sí, lo han hecho por las mejores condiciones que se les da en Alemania. ¿Cómo puede permitir un país que se nos vayan 4000 profesionales sanitarios en el peor momento de la pandemia?. Eso, lógicamente, no lo ha dicho el Presidente en su
discurso.
Y es una pena porque lo peor que puede pasar es que el ciudadano sienta que no hay nadie detrás que le proteja, que no hay nadie que sea capaz de dar un golpe en la mesa y tomar las medidas que sean necesarias. Y no hay nadie porque ninguno quiere perder votos. Y de ahí la orfandad que tienen los ciudadanos.
La pandemia está sola y exclusivamente, en manos de nosotros, no esperemos nada de quienes nos gobiernan ni en el Estado ni en las autonomías. Aquí no imperan los criterios científicos sino los políticos y así nos va. Mucha suerte, cuidado y hagamos nuestras las medidas contra el coronavirus.
Ojalá me equivoque.
Algeciras, 31 de diciembre de 2020
Patricio González