Vamos perdiendo nuestra personalidad
Esta comarca del Campo de Gibraltar fue la primera en ser reconocida como tal por su personalidad propia y diferente que la hacían única. Y se reconoció fundando la primera Mancomunidad de Municipios de Andalucía el 1 de febrero de 1985. Y se hizo para que fuese el interlocutor con Gibraltar. También tuvimos un Subgobernador Civil del Campo de Gibraltar. Pero todo eso ya es historia porque, luego, hemos trabajado en el proyecto de la NOVENA PROVINCIA que se llevó a cabo con la intención de pedir cien para conseguir cincuenta. ¡Y claro que lo conseguimos!. La aprobación en Pleno de la celebración de un referendum para ser la novena provincia andaluza movió cimientos hasta el punto de llegar al Consejo de Ministros que, lógicamente, lo echó para atrás.
Pero se recurrió y seguimos pidiendo. También lo pararon pero nos dieron la Subdelegación del Gobierno Andaluz en el Campo de Gibraltar con competencias de provincia. La Oficina del Coordinador del Gobierno Central en el Campo de Gibraltar que año tras año ha ido perdiendo competencias hasta convertirse hoy en una ventanilla para enviar documentos a otras instituciones.
Logramos traer estudios universitarios a nuestra ciudad y comarca: Derecho, Gestión y Administración Pública, Empresariales, Turismo y Trabajo Social. Todo ello en un esfuerzo único del Ayuntamiento de Algeciras que costeó todos estos estudios y sus infraestructuras.
Y conseguimos el Campus Universitario de la Bahía de Algeciras.
También se consiguió la Sección de la Audiencia Provincial en el Campo de Gibraltar y la Oficina de Tráfico.
Empezamos a movernos con eventos propios: la vuelta ciclista al Campo de Gibraltar o los Juegos del Estrecho. O el Festival de Música de Jimena.
Pero todo esto se ha ido perdiendo o diluyendo. Los Juegos del Estrecho se han ido diluyendo hasta aprovechar la pandemia para acabar con ellos.
La Vuelta que llegó a se la segunda detrás de la Vuelta a Andalucía, tres cuartos de los mismo.
El gran Festival de Jimena desapareció también.
Todo lo que ha supuesto personalidad propia lo han hecho desaparecer. Y así estamos hoy.
En carreras, hemos perdido Turismo y Trabajo Social y nuestro puerto sigue siendo un puerto isla sin comunicaciones ferroviarias. Somos la única comarca de Andalucía que está a más de cuarenta kilómetros de un AVE y, ahora, nadie apuesta por nosotros.
Lo que tengo claro es que nadie nos va a dar nada y que tenemos que ser nosotros quienes lo hagamos. Ahí lo dejo.
Algeciras, 19 de abril de 2022
Patricio González
Inmersos estamos en la Semana de Pasión. Catequesis en nuestras calles sobre la crucifixión de Cristo y su Resurrección.
Y todo fue consumado. Consumada tu pasión después de haber expirado, Cristo en la crucifixión.
Tendríamos que llorar, a llanto lento ese desolado momento. La desolada agonía de tu Expiración que vamos viviendo en nuestras calles.
Y lloramos, Señor, pero no cuanto deberíamos. Tendríamos que poner nuestro corazón de rodillas, para pedirte perdón.
Y nos arrodillamos, pero no como deberíamos. Tendríamos que darte besos de arrepentimiento.
Y claro que nos arrepentimos pero no cuanto deberíamos y tú te mereces.
Y a mi me duele, y nos debería doler a todos, pero también te digo que bendigo tu pasión porque bien mirado, yo se, sabemos, que estamos perdonados. Y salvados. Y resucitados, gracias a que has expirado y después resucitado, Cristo en tu crucifixión.
La escena sería así. Y lo crucificaron . El Evangelio no añade más. Ni siquiera pinta la escena. Ni describe los detalles. La frase es todo un desafío a la sobriedad, a la exactitud y al laconismo.
No hace falta más, todo está dicho.
Es imposible apretar más tortura en una sola palabra.
Y automáticamente, sobre ese Cristo colgado de un palo, cayó también, en su plenitud y sin atenuantes, una maldición divina que desde hacía siglos, estaba promulgada por Moisés, legislador de Yahvé, en el libro del Deuteronomio: “Todo el que sea colgado de un palo será maldito de Dios”.
Eso es un Cristo crucificado: un cúmulo de maldiciones divinas y humanas.
Y, sin embargo, es un imán irresistible. Y para toda la humanidad, de una u otra manera, la cruz se convierte en un polo de atracción que tira de nosotros hacia El. Porque él lo sabía y contaba con ello; y estaba tan seguro que se atrevió a anunciarlo en vida, en aquel desafío profético, arriesgado y rotundo:
“Y yo, cuando sea levantado en alto , arrastraré hacia mí todas las cosas”.
Algeciras, 11 de abril de 2022
Patricio González
Semana Santa
Estamos ya expectantes para vivir intensamente la Semana Santa. Una explosión de emociones, de sensaciones. Todo tiene relación estrecha y directa, desde una marcha procesional eterna hasta el olor a incienso y azahar. Y el colorido de una ciudad y su gente.
Dos años de ausencia y ya este año las hermandades están dispuestas a sacar a la calle sus más preciosas imágenes con un aroma especial a paso en la calle, con un aroma a buscar en las guías dónde puedes ver mejor la procesión, qué esquina le dará más fuerza y emoción y allí poder ubicarnos y derrochar nuestra devoción. Vuelve la Semana Santa al son de la música de Amargura, de Campanilleros y de plegarias hechas saetas porque la saeta es eso: una oración cantada. Dos años para un reencuentro que nos parecía que nunca llegaba.
Se abren las puertas de las Iglesias y la Iglesia se va a la calle que es donde tiene que estar. Cruz de Guía, emoción, lloros ( y este año más), aplausos, suena la primera marcha procesional, las primeras órdenes del capataz y se siente, ya, ya, que la Semana Santa está aquí.
El niño con la pelotita de cera. Y en las sillas ante la Carrera Oficial, los saludos, los reeencuentros, los comentarios sobre el Pregón. Todo es emoción a flor de piel. Una emoción que ya empezó el Viernes de Dolores con la salida por su barriada de San García del Cristo Coronado a la espera de un día poder hacerlo con la Virgen de la Salud , por la Carrera Oficial, pero que nos dice de verdad que “Esto ya está aquí”.
También se mira al cielo con temor, con incertidumbre, con inquietud. Se olvidan las viejas rencillas de las cenas de navidad y se funden en la fraternidad de la Hermandad. Pero fraternidad que tiene que ser de verdad, sin hipocresía, con amor y sentimiento.
Una nube de incienso se apodera de todo viendo los ciriales. Y tu corazón dice ¿Qué más podemos pedir?. Seguimos en directo pero también con las radios y , sobre todo, con la precaución debida porque aunque es Semana Santa seguimos estando en pandemia que tenemos y sabemos también esquivar.
Precaución, calma en una Semana en la que debe reinar la luz de la propia Semana Santa, de los cirios por los callejones, de la candelería de los pasos de palio y de la mirada de aquel que se encuentra con lo que más le gusta.
¡¡¡¡Al cielo con ella!!!
Algeciras, 9 de abril de 2022
Patricio González