Unas 150 personas, entre las que se encontraban magistrados y jueces, fiscales, abogados, notarios, procuradores, empresarios de Marbella y la Costa del Sol, miembros del Rotary Club Internacional y de la Academia Gastronómica de Marbella, rindieron tributo de admiración y cariño al procurador de los Tribunales, Cruz de San Raimundo de Peñafort, Guillermo Leal Aragoncillo que falleció hace unas semanas victima de un cáncer.
Guillermo Leal era un profesional muy querido y apreciado en el mundo de la judicatura, por su trabajo diario en los juzgados de Marbella, sus conocimientos y su valía personal. Y en otras muchas facetas sociales y humanas. Así quedó demostrado en la noche del viernes 10 de noviembre en los salones del Hotel Puente Romano a donde solía acudir cada semana para participar en las reuniones del Rotary Club Internacional de Marbella del que llegó a ser presidente y uno de sus más firmes pilares, como recordó su presidente, Antonio Valverde.
Hubo diversas intervenciones para glosar la personalidad del amigo que se fue, comenzando por la representación del Colegio de Abogados de Marbella que organikzó y presentó el acto.
Julio Martínez, fiscal jefe de los juzgados de Marbella, abrió el turno de palabras para recordar que Guillermo Leal seguía junto a sus amigos. Está con nosotros. No podemos renunciar a su presencia. Y alabó en un discurso emotivo la personalidad del procurador fallecido: Era la generosidad, la humanidad y el servicio y la entrega a su trabajo. Lo llevamos siempre en nuestros corazones.
También Pedro, el decano de los secretarios de juzgados de Marbella relató muchas de las experiencias vividas junto a Guillermo Leal, resaltando su talante. Vivió con la misma elegancia y preocupación por los demás. Dejó un gran recuerdo y un legado que recordaremos siempre. Era un amigo de verdad.
Emocionada fue la intervención de la representante del colegio de procuradores, que resaltó como Guillermo Leal disfrutaba con las pequeñas cosas y al entregar una placa de recuerdo a su hijo Guillermo dijo: Guillermo Leal, siempre serás un ejemplo a seguir.
Antonio Valverde, presidente del Rotary recordó numerosas anécdotas, como los mensajes que enviaba cada día al chat de los rotarios. Dirigiéndose a todos los presentes, les dijo: Estáis aquí porque Guillermo nos ha convocado, porque se supo ganar nuestro cariño y afecto Y entregó a su hijo, una estatuilla con una dedicatoria.
Había en los salones de Puente Romano una amplia representación de la Academia Gastronómica de la que Guillermo Leal era vicepresidente y en donde tuvo ocasión de disertar para poner de manifiesto sus conocimientos, su cultura gastronómica, sus conocimientos como enólogo.
El presidente de la Academia, el prestigioso doctor Andrés Manuel Sánchez Cantos, los puso de manifiesto, pero también facetas desconocidas de Guillermo Leal.
Dijo Sánchez Cantos que aunque hayan pasado días desde que se fue no nos hacemos a la idea de su marcha definitiva. Todos estamos aquí, porque era nuestro amigo del alma.
Dijo Sánchez Cantos que aunque hayan pasado días desde que se fue no nos hacemos a la idea de su marcha definitiva. Todos estamos aquí, porque era nuestro amigo del alma.
A la Academia Gastronómica le dio dinamismo y alegría, siempre positivo, trabajador, elocuente y dispuesto. No era muy religioso, pero limpiaba y cuidaba a Santa Teresa. El capítulo de Caballeros de la Orden de Yuste se implantó en Marbella por su impulso y por las conversaciones que mantenía con el presidente, el sacerdote don Clemente. Presumía de ser de izquierdas, socialista genético le decía yo, pero querido y admirado por los de derechas. En todos los actos de la Academia, siempre apoyándome, siempre aportando iniciativas. Hizo posible que con sus conocimientos y su cultura gastronómica, tantas y tantas personalidades como hemos recibido y atendido en la Academia se fuesen con la más grata imagen.
Guillermo, no nos ha dejado- aseguro Sánchez Cantos- porque día a día lo tenemos con nosotros.
Con lágrimas, palabras de agradecimiento y frases entrecortadas por la emoción, el único
hijo de Guillermo Leal Aragoncillo, quiso enviar un mensaje de agradecimiento a todos los presentes y resaltar la personalidad enorme de su padre, su trabajo, sus esfuerzos por mejorar el ámbito de la justicia, destacando el compromiso que él había tenido que adquirir tras su marcha, agradeciendo a todo el equipo del bufete Leal Aragoncillo su trabajo y dedicación para que la ausencia de su padre, se notara lo mínimo. Guillermo terminó abrazándose a Isabel, su madre, asegurándole que estará siempre con ella en esta nueva etapa, mientras que todos los asistentes, en píe, aplaudían.
Una noche memorable de emoción y recuerdo a un gran hombre y no solo por su corpulencia física. Descanse en paz.
Fotos Mariángeles y Pepe Egea