Los últimos datos sobre la calidad del aire publicados por el Gobierno de Gibraltar muestran que, incluso antes de los efectos del Covid-19, la calidad del aire registrada en Gibraltar se situaba en sus mejores niveles desde que comenzaron los registros.
La Agencia Medioambiental (Environmental Agency) y la firma británica Ricardo, que monitoriza la calidad del aire en Gibraltar, han divulgado la información relativa a la calidad del aire en 2019, que se publicará en el informe estadístico anual del Departamento de Medio Ambiente y Cambio Climático (Department of the Environment & Climate Change). Este informe se basa en el equipo de monitorización del aire del Gobierno, cuyas estaciones están ubicadas principalmente en Bleak House, Witham’s Road y Rosia Road.
2019 fue el segundo año consecutivo que Gibraltar cumplió todos los requisitos de la UE en materia de calidad del aire, incluidos los niveles de dióxido de nitrógeno, un requisito solo alcanzado en 2018 por primera vez desde 2007.
Las concentraciones de partículas finas (PM), tanto las PM10 como las PM2.5, las más pequeñas y peligrosas, siguieron descendiendo, y estas últimas se están aproximando ahora a los niveles recomendados por la OMS, que son más estrictos que los de la UE.
Otros contaminantes, como el benceno, también disminuyeron.
El Gobierno considera que la emisión de contaminantes como resultado de los generadores temporales en el Distrito Sur (South District) ha quedado prácticamente resuelta y próximamente trasladará la estación de monitorización al Distrito Norte (North District). La estación de Rosia Road mantendrá su ubicación. Ambas estaciones recopilarán ahora datos principalmente de las emisiones derivadas del tráfico, que se considera actualmente el mayor reto a la hora de abordar la calidad del aire en Gibraltar.
El Ministro de Medio Ambiente y Cambio Climático, John Cortés, comentó: “En 2011, nos fijamos como objetivo abordar las distintas sustancias que afectan a la calidad de nuestro aire. Nos enfrentábamos a elevados niveles de contaminación y a la posibilidad de recibir multas elevadas de la UE. Hemos resuelto de forma satisfactoria estas cuestiones y hemos logrado unos niveles récord de los que deberíamos estar muy orgullosos. Hemos eliminado prácticamente la contaminación del aire derivada de la generación de energía. Por supuesto, no estoy aún satisfecho con la calidad de nuestro aire. El tráfico y, en ocasiones, el transporte de mercancías son ahora las principales fuentes de contaminación, y debemos trabajar todos juntos para abordarlas y mejorar aún más”.
Los datos preliminares para 2020, según lo previsto, muestran que la calidad del aire sigue mejorando.