La Junta de Andalucía asegura que el Metro de Málaga es uno de los proyectos de infraestructuras más fiscalizados de Andalucía y este control sobre su gestión y ejecución se ha llevado a cabo desde su gestación inicial, según ha puesto de relieve hoy el director gerente de la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía (AOPJA), José Francisco Pérez.
El responsable de esta agencia adscrita a la Consejería de Fomento y Vivienda ha afirmado que la nueva petición del alcalde de Málaga de efectuar una auditoría de la gestión del Metro de Málaga constituye un nuevo elemento de confrontación y dilación sin fundamento para intentar eludir su corresponsabilidad y sus compromisos adquiridos en relación a la construcción del suburbano.
A la vista de que sus argumentos contrarios a la prolongación hasta el Hospital Civil o su alternativa de conexión por bus no han calado, el alcalde se inventa una nueva reclamación, obviando que el Metro de Málaga ha tenido una fiscalización permanente desde su origen y que ningún parámetro económico o técnico se ha modificado desde que en noviembre de 2013 se consensuó la solución final, con la firma del protocolo de intenciones para culminar la red, ha señalado el responsable de la agencia autonómica.
Esta petición del regidor sobre la auditoría de la gestión del Metro de Málaga no puede ser interpretada más allá de los artificios recurrentes de De La Torre, a los que se agarra cuando no encuentra argumentos sólidos y contrastados para defender sus posiciones. En este contexto, el alcalde suele mirar atrás o poner cortinas de humo como su nueva petición de auditoría para evitar el debate real sobre la culminación del metro y sobre el modelo de movilidad más óptimo y eficiente para Málaga y los malagueños, ha remarcado el director gerente de la AOPJA.
La Junta ha insistido en que el proyecto del Metro de Málaga es, sin duda, uno de las actuaciones más fiscalizadas y auditadas desde su propia gestación. Partiendo del propio convenio de colaboración para la construcción y puesta en marcha del Metro de Málaga, que fue avalado primero por el Pleno Municipal del 27 de febrero de 2003, previo a su firma por la Junta y el Ayuntamiento el 15 de abril de ese mismo año, con la participación de técnicos municipales en la mesa de evaluación de la adjudicación, hasta la propia negociación y formalización de la solución final para el proyecto, mediante el protocolo de intenciones suscrito en noviembre de 2013.
En el curso de esos años, además, organismos como el Consejo Consultivo de Andalucía o la Cámara de Cuentas de Andalucía han examinado y analizado de manera minuciosa sus diferentes parámetros y modificaciones, cuestión que también se ha abordado en diferentes reuniones de la comisión mixta de seguimiento, que es el máximo órgano de interlocución establecido en el convenio de colaboración. Asimismo, desde la Consejería se ha ofrecido toda la información detallada sobre el desarrollo del proyecto y sus cuentas a través de las diferentes comparecencias parlamentarias, tanto en comisión como en plenos, bien a petición propia de los titulares de Fomento y Vivienda o bien por iniciativa de otros grupos parlamentarios.
Igualmente, las cuentas anuales de resultados y balance de Metro de Málaga, sociedad concesionaria, están auditadas externamente, así como las cuentas anuales de la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía, entidad que tutela el Metro de Málaga, y que tiene el control permanente de la Intervención General de la Junta de Andalucía.
En consecuencia, la situación e imagen final del Metro de Málaga, en cuanto a sus parámetros y al equilibrio económico-financiero, nada ha variado desde noviembre de 2013, fecha en la que Junta de Andalucía y consistorio firmaron el protocolo de intenciones que incorporaba la solución final para la culminación de la red, apoyada en su eficiencia económica y social, así como por su viabilidad, conforme a la literalidad del mencionado protocolo. De hecho, esta solución y su nueva envolvente económica fue objeto de evaluación y análisis por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), antes de ser refrendada por la propia entidad financiera. Su valoración positiva abrió las puertas al desbloqueo económico del proyecto, con la novación del crédito suscrito y entrega de la última disposición de dicho préstamo (46 millones de euros) a la sociedad concesionaria, al objeto de llevar a cabo la puesta en servicio parcial en julio de 2014.
Contradicciones del alcalde
En relación a la petición del alcalde de trabajar «coordinadamente» en la correspondiente tramitación técnica, económica y jurídica para otorgar viabilidad al proyecto del conexión con el Hospital Civil mediante una plataforma reservada para autobuses, José Francisco Pérez ha explicado que se trata de una enésima vuelta de tuerca, pues la Consejería de Fomento y Vivienda ya analizó en abril y mayo dicha iniciativa municipal, desde el punto de vista técnico y jurídico, con un informe negativo de la asesoría jurídica de la AOPJA, por no tener encaje legal en el marco contractual de la concesión.
A su juicio, de nuevo el alcalde pretende retrotraerse en el tiempo, olvidando que apenas hace dos meses aceptamos evaluar y analizar dicha iniciativa y que ya quedó descartada con claridad, pues no aportaba ningún valor añadido al servicio de metro ni a sus usurarios, más bien todo lo contrario, además de no constituir ninguna ventaja sólida frente a la prolongación del metro hasta el Hospital Civil.
Finalmente, el director de la Agencia de Obra Pública ha subrayado que resulta como poco contradictorio que el alcalde de Málaga reclame ahora un plan de coordinación intermodal entre el Metro de Málaga y el resto de transportes públicos urbanos y metropolitanos cuando, más bien, se ha negado a colaborar en dicho documento durante los últimos años e, incluso a finales de mayo, el consejero, Felipe López, volvió a proponerlo sin respuesta alguna del regidor.
Además, este plan intermodal ya venía recogido en el convenio de colaboración de 2003, pero mediante su elaboración conjunta entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga, y los propios hechos revelan que el consistorio ha trabajado en el sentido opuesto, como cuando previó la puesta en servicio parcial del suburbano o modificó itinerarios de las líneas de la EMT para crear macro líneas que solapaban la traza de la red de metro.