No hace falta que salvemos la Navidad, la Navidad se salva sola. Por ello, parece mentira que a estas alturas, a menos de una semana, sigamos discutiendo qué podemos hacer en Navidad o qué tendremos que dejar de hacer con respecto a años anteriores.
Simplemente, una mirada a lo que se está haciendo en Europa nos debería despejar todas las dudas y debería servir a los políticos para que se dejasen de conjeturas que no llegan a ningún lado que no esté ya destrozado a causa de la pandemia. Ya está bien, hay que ser claros, celebrar una Navidad sin control nos va a llevar definitivamente a la tercera ola de la pandemia y que será muchísimo más letal que las dos anteriores. Esto convierte a estas celebraciones navideñas en muy peligrosas.
A día de hoy, los datos que se tienen son muy preocupantes. Hay muchos más contagios y por eso mismo, hay mayor presión en los hospitales. Las fiestas navideñas no pueden ser este año como lo han sido en años anteriores. Y si de esa manera logramos evitar esa tercera ola pandémica letal, ya estamos tardando en tomar las decisiones.
Los políticos españoles están demostrando estar a una altura lamentable. No son capaces de llegar a acuerdos entre ellos, no toman una sola decisión sin pensar en las urnas y en los votos o en hacer daño a los adversarios. Y mientras, lanzan a los ciudadanos cientos de mensaje contradictorios entre sí y nada claros en sus contenidos. Tú le preguntas a cualquiera y es siempre un mar de dudas. Parece como si estuviese hecho a conciencia para buscar un único culpable y que ese culpable sea el ciudadano.
Pero es necesario que, de una vez, afronten el problema y le expliquen a la sociedad que el peligro es muy grande, que los muertos pueden multiplicarse y que no se puede celebrar la Navidad.
Podría ser una magnífica oportunidad para pasar unos días de recogimiento con la familia más cercana. Y también hay (muchos médicos) quien piensa que no vendría mal un confinamiento que evitaría las aglomeraciones. También hay muchos que piensan que no hay nada que celebrar, que son demasiados los muertos.
Son necesarias medidas urgentes y tan duras como sean necesarias para salvar vidas. La Navidad se salva sola. Y nosotros podremos celebrar, dentro de un tiempo, la vida.
Algeciras, 18 de diciembre de 2020
Patricio González