No fue fácil para la Junta de Andalucía encontrar relevo en la presidencia de la Junta de Obras del Puerto de Algeciras, hoy Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, tras el cese de Pepe Arana, el político que vivía en Los Barrios y se desempeñaba en Algeciras.
No había pared en toda Algeciras que no estuviese embadurnada con las negras pintadas en las que a Pepe Arana se le decía de todo y al ingeniero director del Puerto, José Luis Estrada se le vestía de limpio con insultos de todos los colores. La efervescencia laboral de los trabajadores del Puerto hervía con virulencia y salpicaba a todo lo que con la dirección del Puerto se relacionara.
Para nada valían los argumentos de eficacia y de buen gobierno del Puerto. José Luis Estrada, quien años después demostró su gran valía como ingeniero de Caminos, Canales y Puertos llevando a cabo la sorprendente reforma y ampliación del Puerto de Barcelona que hoy permite ser la base de cruceros más importante del Mediterráneo, estaba llevando a cabo la modernización del Puerto de Algeciras y se le agradecía con insultos y pintadas que enguarraban la ciudad por todas las paredes de calles y plazas algecireñas.
José Luis Estrada bajo el amparo y el apoyo de Pepe Arana cambió los esquemas del viejo puerto algecireño y lo abrió al mundo de los tráficos de containers. Mal que bien, hizo el túnel, el gran puente y los accesos al Puerto, creando la Terminal de Containers que vino a inaugurar el Rey Juan Carlos I junto con el presidente de Maesrk. Yo estaba allí como lo estuve antes apoyando con mi pluma el trabajo renovador que el aragonés de Huesca, José Luis Estrada estaba llevando a cabo. Como años después con Manuel Morón inaugurando con el entonces Príncipe Felipe y la representación surcoreana las modernas instalaciones de la isla Verde.
Pero aún así, el Puerto era un avispero difícil de dominar, con activistas muy cualificados que entendían a su manera la lucha obrera y planteaban con virulencia sus propuestas.
En ese clima tenso de las relaciones puerto-trabajadores llegó el momento de buscar, como ahora está pasando, un sustituto que se hiciese cargo de la presidencia del Puerto.
Sevilla, no lo encontraba. Sonaron muchos nombres, se hicieron algunas propuestas, entre ellas al que había sido primer presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar y por aquellos momentos en Sevilla donde había ejercido el cargo de presidente del Parlamento Andaluz, Rafael Palomino Kaiser. Nadie quería la patata caliente del Puerto de Algeciras.
Al frente de Gibraltar Intercar o Carbones Gibraltar me parece se llamaba también, había un ingeniero de Caminos, Canales y Puertos que demostraba, además de conocimientos, tener talante de dirigente. Nadie había caído en él.
Sólo un periodista, llamado José Luis Yagüe o sea, yo mismo, aireó la personalidad de Manuel Morón Ledro como el experto ideal para presidir y dirigir el Puerto de Algeciras.
En aquel artículo yo glosaba la preparación, el conocimiento de la Bahía y de la actividad portuaria de Manuel Morón.
No buscar un presidente para el Puerto de Algeciras en Sevilla ni en la lista de políticos activos. Está aquí, en el corazón del Campo de Gibraltar, en el puerto de Gibraltar Intercar. Se llama Manuel Morón Ledro, escribía yo.
El recorte de aquel artículo de opinión de aquel periodista José Luis Yagüe que a diario escudriñaba la actualidad y la problemática del Campo de Gibraltar desde su columna diaria, se hizo llegar a la presidencia de la Junta de Andalucía y parece que, por los resultados, a Manuel Chaves lo convenció y Manuel Morón, por el bien de Algeciras, de la Bahía y de Tarifa fue nombrado presidente.
De entonces aquí, Manolo Morón ha tenido que lidiar con situaciones duras, con problemas varios y de envergadura. De enfrentamientos tontos como el de póngame usted aquí mi silla al de ver venir la pujanza con la que irrumpía en el mercado del tráficos de contenedores el vecino puerto de enfrente, el Tánger-Med, a cuyos dirigentes, lo cortés no quita lo valiente, Manuel Morón recibió en Algeciras y les abrió los brazos de la leal colaboración.
Ahora, no hace muchos días que en el Hotel Reina Cristina, en el Día de la Comarca cuando se me entregaba el premio Comunicación del Campo de Gibraltar, el primer abrazo y el más efusivo que recibí fue sin duda el de Manuel Morón Ledro. Lo agradecí.
Ahora, cuando suenan las campanas de la marcha y de la posible sustitución al mando del timón del hombre que tantos éxitos ha conseguido para la APBA y que ha situado al Puerto a la cabeza de los de España y del Mediterráneo, la figura de Morón se realza. Y se le reconocen sus éxitos y sus logros al frente del Puerto, resaltando, sobre todo su entrega, su trabajo.
Morón quiso vivir frente al Puerto, en la Avenida Virgen del Carmen, con sus ventanales abiertos a esa impresionante realidad, a esa gran fábrica que da trabajo y riqueza a la ciudad y a la comarca. Y yo lo he visto muchas noches, tarde ya, salir de la oficina y caminar en solitario el largo trecho hasta su casa, demostrando la gran entrega al Puerto, la gran dedicación para que, a pesar del gran handicap de no tener tren (su gran asignatura pendiente) el Puerto de la Bahía de Algeciras mantenga el liderazgo y se apreste, con la nueva ampliación de la Isla Verde a nuevos retos.
Gracias, Morón, por tus esfuerzos y por tus éxitos.
No fue la tuya mala opción, la verdad. Un fuerte abrazo.
José Luis Yagüe Ormad