Tras las declaraciones de la delegada del Gobierno Andaluz en Málaga, Patricia Navarro al director del diario “Sur” Manuel Castillo, que pedía la supresión del peaje en la Autopista de la Costa del Sol “la más cara de España”, dado que existe un evidente y constante estrangulamiento en la antigua N-30 que discurre desde Manilva a Málaga, con puntos negros donde a dos por tres se forman lentas caravanas, como en la zona del Hospital de la Costa del Sol, del Faro Calaburras a Calahonda y sobre todo, desde Marbella a Estepona en los accesos a Puerto Banús y al túnel de San Pedro Alcántara, ha habido una movilización de alcaldes de la Costa del Sol en apoyo de esa lógica y necesaria petición.
Según ha recordado en más de una ocasión el veterano periodista José Luis Yagüe en las páginas de “La Tribuna Hoy” ese estrangulado trazado de la Autovía A-7 que discurre “por abajo”, está pidiendo a gritos un ensanche para contar al menos con un tercer carril, ya que se encuentra prácticamente igual que cuando se construyó.
En 1967 se aprobó el Plan Redia por el ministro de Obras Públicas Federico Silva Muñoz sucesor del general Jorge Vigón.
La noticia llegó a Marbella y el príncipe Alfonso de Hohenlohe a la sazón presidente de la Cooperativa de Promotores de la Costa del Sol, que estaba llevando a cabo importantes iniciativas para impulsar el turismo, como la construcción del Palacio de Congresos de Torremolinos, la promoción en Nueva York con Antonio Ordoñez y su amigo Hemingway, como estrellas de la Costa del Sol o la presentación en los juegos Olimpicos de Munich dos días antes del sangriento ataque terrorista, entre otras acciones promocionales, luego impulsora del costoso Estudio de Desarrollo de la Costa del Sol que preveía una autopista por arriba, en la falda de la montaña (no exactamente con el mismo trazado de la actual), se enteró de que el Plan Redia afectaba a la N-340 ampliando sus arcenes y su radio.
Se corarió mucho cuando conoció la noticia y junto a otras personalidades de Marbella, como el alcalde, Paco Cantos y monseñor Don Rodrígo Bocanegra, se plantaron en casa del ministro Silva Muñoz en Los Monteros aprovechando su estancia de vacaciones en Marbella y le dijeron que no era una carretera Redia, por muchas curvas que quitase, lo que necesitaba Marbella.
“Ministro-le expuso Alfonso de Hohenlohe- ya que los militares nos han cedido el aerodrómo para uso civil y podemos tener un aeropuerto al que ya están llegando vuelos de toda Europa y pronto vamos a conseguir que sean muchos más, lo que necesitamos es una autopista del Aeropuerto a Marbella, que facilite la llegada del Turismo, no una carretera de doble sentido mejorada aunque tenga anchos arcenes.
Lo convencieron. Y el ministro firmó una orden, a regañadientes de todos sus ingenieros del Ministerio, que refunfuñando tuvieron que cambiar de la noche a la mañana todos los planos y proyectos, ensanchando la carretera N-340 a cuatro carriles, dos en cada dirección, tal y como está ahora (apenas si se ha tocado y ahí están las peligrosas salidas a la autovía de lugares como el de Incosol o la salida hacia Marbella desde el lujoso Hotel Villapadierna).
Cuando “SOL de España” publicó la noticia de José Luis Yagüe, anunciando que la N-340 iba a convertirse en Autopista desde el Aeropuerto a Marbella, el entonces alcalde de Estepona, Angel Farinós (que procedía de Benidorm) montó en cólera, anunció una huelga de hambre o lo que hiciese falta, se fue a Madrid a suplicar (y conseguir, ya que lo consiguió) que el ensanche de la carretera no se quedara en Marbella y llegase a Estepona, como así fue, donde moría para seguir en peligrosa carretera hasta San Roque, cosa que no se consiguió cambiar en muchos años, incluso con la fuerte presión realizada con motivo de la celebración de Ryder Cup en Sotogrande (San Roque) cuando muchas de las grandes figuras y personalidades asistente al famoso evento mundial se alojaban en Marbella y cada mañana sufrían la penuria de ese tramo de viejo diseño hasta llegar a San Roque, vía Puente de Hierro sobre el Guadiaro.
El caso es que aquel trazado modificado a prisa y corriendo en el Ministerio de Obras Públicas, desde el Aeropuerto a Estepona, es el mismo prácticamente en todo su recorrido, que el actual.
Y es que esa Autovía A-.7 que a dos por tres se estrangula siendo incapaz de absorber los cada día más crecientes tráficos, apenas si se ha tocado. La A-7 clama por más carriles (y hay muchos tramos donde se podían hacer sin más complicaciones), pero nadie mueve un dedo para que se haga ese necesario ensanche.
La Costa del Sol tiene en la AP-7 con el peaje más caro de España, un seudo alivio, ya que son muchos los conductores de camiones, furgonetas o vehículos de trabajo o de profesionales que han de trasladarse por la Costa que ante el elevado precio del peaje, “tiran por abajo”. Y todo se agrava más en temporada alta (Semana Santa, Navidad, verano), donde el peaje sube de precio y se pone en una costosa cantidad. Justo cuando más vehículos hay circulando por la antigua N-340 para eludir el costoso peaje, y es cuando se produce el gran atasco.
Por ello, acertado es pedir la supresión del Peaje en la AP-7, pero también pedir, exigir e insistir en dotar de un tercer carril a una vía tan transitada y tan estrangulada como es la A-7 antigua N-340.
Lo del tren de Alta Velocidad Marbella-Aeropuerto-Málaga parece que es una quimera, difícil de construir por el elevado coste de expropiaciones y el daño que pudiera causar su trazado a la infraestructura turística existente en el litoral, zonas residenciales consolidadas, ampos de golf, hoteles, etc, a no ser que ese trazado por el Guadalhorce vía Coín, Ojén, Marbella pudiese tener alguna viabilidad. O que el trazado subterráneo como hizo Jesús Santos Rein para entrar el cercanías en Fuengirola, sea seriamente considerado. Hoy día, las tuneladoras hacen maravillas bajo tierra y ya existen túneles “de larga distancia”. Eso sí, sería hurtando al pasajero de las maravillosas vistas de nuestra Costa.
“Los alcaldes de la Costa del Sol- informa “Sur” en un completo reportaje de Antonio M Romero-, la Diputación Provincial y la Mancomunidad de Municipios apoyan la reclamación de la presidenta del PP de Málaga, Patricia Navarro, al Gobierno para que suspenda de forma temporal el peaje en la autopista AP-7 mientras se materializa la prolongación del tren litoral.
La Costa, una zona pujante y dinámica
Los regidores de los municipios consultados (todos del PP excepto el de Casares, que es de IU) dice-, el presidente de la institución provincial, Francisco Salado, y el de la Mancomunidad de la Costa del Sol, Manuel Cardeña, han coincidido en que esta medida temporal ayudaría a mejorar la movilidad en una zona «pujante y dinámica, que no cuenta con unas comunicaciones acorde a este nivel» y al mismo tiempo han instado al Gobierno a que apueste por prolongar el ferrocarril hasta Estepona y el Campo de Gibraltar.
«La autovía A-7 hace años que se ha quedado pequeña para absorber el elevado tráfico urbano e interurbano. Si no se toman medidas urgentes y con efecto inmediato, como la liberalización de peaje de la autopista, que además es el más caro de toda España, el crecimiento de la Costa del Sol quedará fuertemente lastrado», ha afirmado la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz.
José María García Urbano, regidor de Estepona, ha manifestado que es «necesario adoptar medidas que den solución a la movilidad en una zona tan estratégica del país como es la Costa del Sol y el área metropolitana de Málaga» y ha aplaudido la propuesta de suspensión del peaje.
Soluciones a corto, medio y largo plazo
Salado ha sostenido que «los problemas de movilidad en la Costa del Sol requieren actuaciones a corto, medio y largo plazo» y que sería una «gravísima» irresponsabilidad renunciar a desarrollar un sistema de transporte ferroviario potente que articule el litoral malagueño, que debe incluir la Axarquía y proyectar la conexión hasta el Campo de Gibraltar.
«Entretanto llegan esas inversiones, que deben llegar sí o sí, porque ni en Madrid, ni en Barcelona, ni en Valencia ni en el País Vasco se ponen en cuestión las infraestructuras de transporte cuando son necesarias, hay que liberar, bonificar o suspender el peaje de la autopista de la Costa del Sol. Es la única alternativa a corto plazo para evitar el colapso y los atascos que cada vez son más frecuentes y que afectan y perjudican a miles de trabajadores, de estudiantes, de familias y de empresas cada día», ha subrayado el presidente de la Diputación.
Para Margarita del Cid, alcaldesa de Torremolinos, la Costa del Sol «no puede ver limitado su potencial y su empuje económico por un problema de movilidad que ya es permanente durante todo el año» y ha sostenido que la liberación del peaje sería una compensación temporal y el elemento de urgencia para afrontar otras soluciones.
Una propuesta «razonable»
Ana Mula, alcaldesa de Fuengirola. ha calificado de «razonable» la suspensión del peaje y sería «una buena solución para agilizar la circulación» en este entorno, al tiempo que ha defendido que el Gobierno «apueste definitivamente» por la prolongación del trazado del tren de Cercanías.
La alcaldesa de Mijas, Ana Mata, ha afirmado que la propuesta hecha por Patricia Navarro es la «adecuada ante la situación tan caótica de movilidad» en la Costa, mientras que su homólogo de Benalmádena, Juan Antonio Lara, se ha sumado a la petición de la presidenta del PP y ha pedido que el tren litoral «no se quede guardado en un cajón».
José Manuel Fernández, regidor de Manilva, ha defendido que mientras llega la prolongación del tren hasta la zona occidental de la provincia es «positiva una propuesta alternativa como la liberación de la AP-7 para conectar esta parte de la Costa del Sol con la capital e incluso con el litoral más oriental», mientras que Juan Luis Villalón (IU), alcalde de Casares, ha recordado que su formación lleva años reclamando la liberación del peaje en la autopista porque la autovía actual «no cumple los requisitos mínimos de este tipo de vía», aunque ha desligado esta reclamación de debate para abordar de forma «seria, rigurosa y apartada del ruido político la necesidad del tren litoral».
El Gobierno de España debe «asumir su responsabilidad»
Por su parte, Manuel Cardeña, concejal de la Corporación de Marbella y presidente de la Mancomunidad de la Costa del Sol Occidental, ha argumentado que la Costa del Sol necesita «con urgencia» mayor fluidez en el tráfico y «no tiene sentido que en esta situación la autopista siga con peaje, cuando podría convertirse en una alternativa para dar mayor fluidez y, sobre todo, seguridad a las personas que usan nuestras carreteras para desplazarse por la toda Costa del Sol».
«Mientras el Gobierno central no quiere tomar las riendas de llevar a cabo el tren litoral, es vital que se suspenda el peaje en la AP-7 y así mejoremos el tráfico en nuestra comarca. El Gobierno debe asumir su responsabilidad con Málaga y no ningunearla», ha apostillado.
La suspensión temporal del peaje en la autopista de la Costa del Sol (AP-7) mientras llega el tren litoral hasta Marbella y Estepona. Esta es la reclamación que la presidenta del PP de Málaga, Patricia Navarro, hace al Gobierno central y que supone la respuesta de los populares a las recientes declaraciones del secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, en la capital donde afirmó no tener datos «que nos permitan avanzar en el corto plazo» en esta infraestructura ferroviaria y que para este tipo de obras «complicadas» es necesaria «la convicción con datos claros de que efectivamente eso es necesario».
Durante su participación en el estreno de la nueva temporada de La Alameda, el programa coproducido por 101TV y diario SUR y presentado por el director de este periódico, Manolo Castillo, Navarro calificó las declaraciones de Santano como «de juzgado de guardia» y por las que debería «haber dimitido al día siguiente». «A Málaga se le está ninguneando. Esas declaraciones no se atreve a decirlas en Barcelona, Madrid o Bilbao, que es la liga de las ciudades en las que está jugando Málaga», subrayó.
Ante esta postura expresada por el Ejecutivo a través del número dos del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, el PP plantea la suspensión de un peaje que «no tiene sentido» mientras no se prolongue la línea del ferrocarril. «La Costa necesita liberar ese peaje para darle más fluidez al tráfico, no tener colapso en la autovía A-7, avanzar en la seguridad vial y acortar el tiempo de llegada de los trabajadores a las empresas», sostuvo Patricia Navarro.
Petición en el Congreso y en los plenos municipales
La propuesta será llevada por los diputados del PP al Congreso de los Diputados y defendida por los alcaldes del partido en sus plenos municipales. Asimismo, Navarro quiere que esta reclamación se incluya en su propuesta de Alianza por Málaga que ha presentado a partidos políticos, agentes sociales y organizaciones de diferentes sectores y donde, según dijo, todos sus interlocutores abogan por la prolongación del tren litoral.
Patricia Navarro confió en que la prolongación del ferrocarril desde Fuengirola hacia la costa occidental se recoja en los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE) y abogó no sólo por que llegue a Marbella y Estepona para atender la demanda creciente por el aumento de la población en esta zona, sino que defendió una conexión ferroviaria «que vertebre todo el litoral mediterráneo andaluz desde Almería a Algeciras».
La petición de la supresión del Peaje en la AP-7 no parte de un acuerdo de consenso entre todas las fuerzas políticas malagueñas, ni planteada con apoyo de instituciones ni asociaciones, ni entidades financieras de peso como pueda ser Unicaja Banco y ya, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha rechazado de plano esta posibilidad de la que hace bandera el Partido Popular. Y que tan necesaria es para el Turismo y para los intereses de España, sobre todo cuando se trata del estrangulamiento de una zona de tanto relieve a nivel mundial.