Todos los ministros, Presidentes de Comunidades Autónomas y altos cargos de los distintos poderes del Estado del PP, se escondían bajo las mesas de sus despachos, los escaños del Congreso, Senado o Parlamentos regionales. Sabían que si el Presidente del Gobierno de España, don Mariano Rajoy, les ponía el ojo encima y les mostraba su cariño, estaban sentenciados políticamente.
Si el máximo responsable del país y del PP, les decía ante cualquier dificultad que les surgiera, cuenta con mi apoyo, ya podían echarse a temblar, y sal y para los leones, porque a partir de aquel momento, se iniciaba la cuenta atrás de su cese, dimisión o vuelta a casa.
Rajoy, no es un Presidente al uso, comenzando porque continúa siéndolo cuando hace ya tiempo que por favorecer la regeneración política en nuestro país debería haber dimitido, toda vez que su partido está incurso en múltiples causas judiciales por presunta financiación irregular.
Sorprende la facilidad que tiene el Jefe del Ejecutivo para aislarse de la realidad , mirar para otro lado o en caso de pronunciarse forzado por las circunstancias , cambiar rápidamente y decir todo lo contrario que sostenía solo horas antes.
Cuando la mayoría de los españoles y españolas andamos liados con la Declaración de la Renta, el Constitucional anula la amnistía fiscal y deja en evidencia a Montoro, ya aunque esta sentencia no tenga efectos prácticos, supone un duro varapalo al gobierno de Rajoy.
Esto más que una opinión es un reportaje sobre la realidad pura y dura, porque según una de sus últimas afirmaciones, de esa que nos dejan con la boca abierta, don Mariano va y dice Hacer política es hacer las cosas a lo grande, no ocuparse de los chismes
Tras esta cita, solo cabe recordar que estamos hablando del mismo personaje cuyas frases pasaran a la historia de la dialéctica, retórica y argumentación, o los gags del Club de la Comedia, como el de Somos sentimientos y tenemos seres humanos España es una gran nación y los españoles muy españoles y mucho españoles o el me gustan los catalanes porque hacen cosas
Pero quizás los mensajes que catapultaron a Rajoy a la fama internacional fueron los dirigidos a Luis Bárcenas como los famosos de Luis, lo entiendo, sé fuerte. Mañana te llamaré o aquel otro de Luis, nada es fácil, pero hacemos lo que podemos. No necesitan comentario alguno. Lo cierto que de poco le sirvió al señor Bárcenas, el apoyo del Presidente, aunque hace poco preguntado por qué le parecía que don Mariano fuera a declarar como testigo a la Audiencia Nacional, contestó de forma determinante un despropósito
Ya sé lo que me van a decir, que he exagerado, que la tengo tomada con el hombre, que no soy nada objetivo y se me ve el plumero de puro rojillo, pues si yo les dijera que he sido tremendamente benévolo, que solo he puesto de manifiesto una pequeña muestra de cómo es y se comporta el personaje que viene haciendo el papel de Presidente del Gobierno de España, desde hace algo más de cinco años y medio.
Podía haberles sacado de la hemeroteca otros ejemplos de pensamiento y de su verbo, pero he de confesar que ni me apetece ser cruel ni creo que merezca la pena, porque estoy seguro que son muchos los que todavía quedan, mientras ocupe el Palacio de la Moncloa, gracias a la torpeza, la soberbia y la ambición de Pablo Manuel Iglesias, líder áulico de PODEMOS.
Pero, hoy no va de esto este análisis político, sino de la gran capacidad pirómana de don Mariano para quemar a su gente, y es que es un gran especialista para dar el abrazo del oso o colocar la cerilla en los pies de la pira para ver arder a quien ayer formaba parte de su equipo o de la galería de sus preferencias.
No vamos a hablar de casos como el de la difunta Rita Barberá, ni el de esos grandes gobernantes que eran Paco Camps con el que siempre estaría detrás de él, delante o a un lado o cuando ensalzaba a Jaume Matas y quería un gobierno para España, como el que presidía en las Islas Baleares o cuando como todo el mundo del PP tomaban como ejemplo de gurú de la política económica a Rodrigo Rato, cuya situación actual no es nada envidiable.
Y no hablemos de los casos de Fabra, Soria, Esperanza Aguirre, Ignacio González. La lista sería interminable y muy significativa, de la poca fortuna de aquellos a los que Rajoy ha prestado su apoyo y hemos visto camino de sus casas, a las puertas de los juzgados e incluso entrando en la cárcel.
Quizás, cuando en este país nuestro tan dado al espectáculo entre la tragedia y la comedia y en el que don Pablo Manuel Iglesias ha terminado confesando a través de su portavoz parlamentaria Irene Montero que la moción presentada por su grupo, es una moción de censura mediática y no constructiva a la vez que el líder predicaba que presentar una moción de censura era una obligación en una situación de excepción
Y en el colmo del remate del triple salto mortal sin red se deja caer con que la medalla de oro a la Virgen en Cádiz concedida por el Ayuntamiento que preside el Quichi, seudónimo que esconde al desconocido José María González, es una decisión muy laica: Pues te ruego Pablo que nos lo expliques o hagas un master sobre este tema y otros lleno de paradojas y contradicciones.
Volviendo a don Mariano , que en la penúltima de sus actuaciones ha demostrado su poder para deshacerse a la gente desde el cariño , cuando fue preguntado en la cumbre hispano lusa sobre si apoyaba al ex fiscal anticorrupción Manuel María Moix Blázquez , respondió ante la prensa nacional e internacional un rotundo SI .
No habían transcurrido cuarenta y ocho horas de aquel suceso, cuando Moix, había dimitido, tras hablar con el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, y después ratificada la misma por el Consejo de Ministros. Eso sí, con más silencios que apoyos, y más gestos de aprobaciones por su gesto que deseos que se quedará
Así el mismo ministro de Justicia, Rafael Catalá Polo, criticaba la ética de Moix tras haberle apoyado cuatro días antes. Ahora, el foco está puesto sobre Catalá y ha tenido la suerte de haber recibido el apoyo del Presidente del Gobierno, don Mariano Rajoy y según el portavoz, Iñigo Méndez de Vigo, de todo el ejecutivo.
Señor Catalá, está usted en peligro, ha sido reprobado por el Congreso, pero eso siendo grave no es lo peor, y por prudencia y pragmatismo le recomendaría que fuera preparando su reingreso en la función pública como funcionario que aprobó por oposición su ingreso en el Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado.
Lo siento, pero ha tenido usted la mala suerte de recibir el apoyo total del Presidente Rajoy. ¡Qué desgracia! Entre el tancredismo y el abismo del no me da la gana de enterarme, su Presidente se ha fijado en usted. Y mire que usted se ha empeñado en no llamar la atención, pero ya está usted señalado por el dedo divino de Rajoy.
La pregunta que a todos los cargos del PP les inunda es ¿quién será el próximo? Ante tan grave dilema, andan todos escondiéndose porque nadie quiere ser el afortunado y todos andan escaqueándose, despistándose y procurando que no se hablen de ellos, vaya ser que reciban el estigma de ser ungidos por la bendición rajoniana.
Juan Antonio Palacios Escobar