El Restaurante Portofino, está situado en el interior del Puerto de Cabopino con unos ventanales y terraza que dan a una de las playas más espléndidas de Marbella.
Tiene una gran calidad de cocina, donde
elabora los mejores productos naturales de la Huerta, donde son famosos por su
exquisitez y por su sabor esos tomates enormes,
de casi un kilo cada uno, preparados tan sencillamente, como rociados de un
aceite de oliva virgen extra. Y su sabor natural, superior y sin duda,
incomparable.
Ofrece Portofino una carne a la parrilla aderezada con finas hierbas del campo, que es una maravilla. Y su horno de leña, proporciona unos asados memorables.
Frente a la playa, es lógico
que el pescado al estilo malagueño, no falte. Bien frito (que es un arte, no se
olvide), los boquerones, o el calamar exquisito, forman parte de unos entrantes
para picar, al centro de mesa, junto con otras exquisiteces. El pescado en
estas costas, si es bien fresco, siempre es una delicia.
Por eso, la lubina a la sal, en su punto,
aderezada con varios tipos de salsa, merece un aplauso, al igual que las
carnes.
Las paellas al mejor estilo de Valencia, no
más de un dedo de grosor y con contenido que la hagan sabrosas. En Portofino se elaboran de diferentes tipos.
Sorprende al comensal que llega a este emblemático
Restaurante de Cabopino no solamente la amplitud y variedad de la carta, donde
también la pasta fresca es excelente y bien preparada y servida y con unos
precios de los antiguos, nada de abuso, pero con la más alta calidad.
Eladio Coello es un profesional de larga data
y prestigio. Tuvo restaurantes en Londres y fue muy famoso el Silk, en Puerto
Banús, donde marcó toda una época.
Eladio Coello, en Cabopino ha hecho con
Portofino, un primor. Una gran cocina, bien dotada. Con el horno de leña; un
amplio y extenso comedor, que se amplía con el buen tiempo a la terraza sobre
la playa. Y una clientela fiel todo el año.
Tiene Portofino, además de toda la gran
variedad de platos que se elaboran en su cocina, una pastelería de lujo. Su
carrito de postres, ofrece al comensal una variedad de tartas y delicias de la
buena pastelería, como para rematar una gran comida, o cena.
Y cuenta Portofino con una excelente bodega, con los mejores vinos servidos en escanciador, nada de botellas abiertas en medio de la mesa demostrando la gran profesionalidad de Eladio Coello y su excelente equipo, con su mujer a la cabeza.
Los críticos gastronómicos no han dudado en dar a Portofino y a Eladio Coello la más alta puntuación de Sobresaliente con Nota.
Al Turismo hay que darle una Sonrisa, pero
también la satisfacción de comer bien a un precio aceptable.