

La Virgen del Carmen salió a la mar y fue honrada aclamada y venerada en todo el litoral español y en el de otras muchas partes del mundo.


La devoción a la Madre de Dios que subió al cielo en carne mortal y se apareció en Zaragoza y en Lourdes y en Fátima y en el Monte Carmelo, tiene el 16 de julio un Día Grande que celebran los hombres de la mar y los que no lo son.
En Marbella, sobre todo.

A las seis y media de la mañana los cohetes sonaron en la madrugada para convocar al Rosario de la Aurora.

Era el Día de la Patrona de la Ciudad, la Virgen del Carmen. Y de todos los barrios y de todas partes, comenzaron a llegar a la parroquia de la Encarnación cientos y cientos de fieles para acompañar a la Virgen en su Rosario de la Aurora.

“Dios te salve María…” recitaba una y otra vez desgranando los misterios del santo Rosario el párroco monseñor José Antonio Sánchez Herrera.

La Virgen se paseó de madrugada por Marbella, por las calles del Barrio, donde se le rinde culto y devoción, al igual que se hace en la portada de la iglesia del Calvario, donde una hornacina muestra a la Virgen del Carmen para recordar a cuantos marbellíes de fe que por allí pasan en coche o caminando, en la ruta de El Calvario, que la Virgen protege a Marbella.
El Rosario de la Aurora pasó por la barriada de Pescadores hacia el emblemático lugar de la playa del Cable.

Eran ya miles de devotos los que la seguían para asistir a la Santa Misa después de que los Hermanos de la Vírgen del Carmen la introdujeran en las aguas y bendecirlas para librar a los navegantes de todo mal.





Entre los oficiantes, un sacerdote nacido en Marbella, misionero blanco en las misiones de Africa y del Mundo, allá donde lo envíe el Señor, el padre Ostos regresando siempre a su Marbella querida para estar con familiares y amigos. Y con la Virgen del Carmen.
La nueva hermana mayor del Carmen tras el fallecimiento del mítico y el querido pescador Haro. Presidió los actos.

La alcaldesa de Marbella acompañada por miembros de su equipo de Gobierno depositó un gran ramo de flores a los píes de la Patrona de la Ciudad.
Luego, a lo largo del día se fueron sucediendo los actos.

La procesión marítima que ya no va a Puerto Banús como siempre hizo para recibir el saludo de las embarcaciones deportivas y de muchos navegantes devotos que la saludaban con gozo. Entre ellos durante algunos años estaba el abuelo del actual Rey de España, Don Juan de Borbón Battenberg, marino de raza y de formación ya que se educó en la famosa escuela de Gran Bretaña y como cadete navegó con los buques de guerra de la Royal Navy y con su velero “Giralda” era asiduo de Puerto Banús.

La procesión marítima se realizó en la mañana desde el puerto pesquero de La Bajadilla al Puerto Deportivo “Virgen del Carmen” en el centro de la ciudad y fue seguida por muchas embarcaciones deportivas y motos de agua. Acompañar a la Virgen surcando las aguas de Marbella, es un rito de obligado cumplimiento.

Los actos religiosos culminaron en la tarde con la Procesión de Alabanza, que portó a la Virgen, como Patrona, por las calles del centro de la Ciudad.


